Dos veces subió Sam Mendes y las dos puso la misma cara: “¿Yo, en serio? Pues venga, vamos”. Un cruce entre el deber, la molestia de tener que recorrer la larga platea rumbo al escenario sorteando mesas y la lista de la compra que es cada discurso dedicatorio. El éxito de ‘1917’, con el Globo de Oro a Mejor Drama y Mejor Director fue la sorpresa de la noche en la que el clan Scorsese alrededor de ‘El irlandés’ se fue con las manos vacías y ‘Chernobyl’ ganó sin brillo.