Sonny Liew (Singapur) y Rayco Pulido (España) son dos versiones muy distintas del éxito en el cómic. El primero es un autor marginal que ha saltado a primera línea gracias a la combinación de censura en su país y haber ganado tres premios Eisner este año. El segundo es el flamante nuevo Premio Nacional del Cómic, un profesor de arte y dibujo que en su tiempo libre, y con algo de ayuda de la industria cultural francesa, ha creado pequeñas joyas que redimensionan el género negro y otros formatos para crear álbumes como ‘Lamia’, publicada por Astiberri. Dos mundos muy diferentes unidos por la victoria del talento.