Mejor Película, Mejor Guión original, Mejor Director y Mejor Película Internacional. Cuatro premios como cuatro montañas para un giro decisivo en Hollywood, que premió sobre seguro, dejó a España sin ningún consuelo (ni siquiera ‘Klaus’) y consiguió no aburrir sin ser excéntrico ni demasiado conservador. Ah, y por cierto: Brad Pitt por fin tiene un Oscar como actor.