Cenas épicas, vides divinas y ‘carpe diem’ en un viaje que desanda el Camino de Santiago por Castilla y León; una peregrinación a la inversa con el estómago como templo de destino.
Cenas épicas, vides divinas y ‘carpe diem’ en un viaje que desanda el Camino de Santiago por Castilla y León; una peregrinación a la inversa con el estómago como templo de destino.
El Bierzo, una gran señal de un puño que marcó para siempre el noroeste, lleva siglos dándole al mundo lo que más ansía: oro y vino.