Dos documentales en la cartelera siempre son buenas noticias. Aunque la fiebre de este género en el cine ya está algo más apagado después de la primera década del siglo, lo cierto es que es interesante ver que hay más variedad. El primer caso es ‘Mercado de futuros’, dirigida y escrita por Mercedes Álvarez y Arturo Redín, y que a partir del desalojo de una antigua casa con todos sus bienes se traza una panorama de fracaso del sector inmobiliario y la mitología de la empresa privada. De fondo, queda una mirada sobre la virtualización del espacio urbano, el desalojo de la memoria personal y colectiva, y la banalización de sueños y deseos, convertidos finalmente en pura mercancía.
En el segundo caso, ‘La puerta de no retorno’, dirigida y escrita por Santiago A. Zannou, que ya ganó tres Goya por ‘El truco del manco’, planea el regreso a África de Alphonse, un vendedor ambulante que lleva cerca de 40 años en España sin conseguir salir adelante. Ya viejo, se está quedando ciego y más que nunca tiene la necesidad de hacer las paces con su pasado y afrontar sus errores. Siente que es hora de volver a África, regresar al punto de partida, a su tierra natal en busca del reencuentro, del perdón, de la reconciliación… con su familia y también consigo mismo.
Esta mañana la Academia de Cine ha hecho público que será Eva Hache la encargada de presentar la próxima edición de los Goya. Esto es: adiós, Buenafuente. El showman que logró elevar a la categoría de pequeña espectáculo digerible la más tediosa de las ceremonias que hay en España junto con los desfiles militares deja atrás su paso por el cine. Buenafuente mantiene el listón alto, y es ahora Eva Hache, en el Palacio Municipal de Congresos en 2012, quien debe ponerse manos a la obra.
Será el 19 de febrero (22.00 horas) y retransmitida, como siempre, por TVE. “Es un grandísimo honor para mí que el mundo del cine me adopte. La gala se centrará en el cine. Nuestro objetivo es que sea entretenida y divertida, que sea un buen programa televisivo”, reconoció la humorista, que también admitió que Andreu Buenafuente había dejado una huella muy fuerte, con 4,5 millones de espectadores de media (de las más altas conocidas por estos premios). “Sus ceremonias han sido excelentes desde el punto de vista televisivo, pero nuestro trabajo es mejorar siempre”. El guión no lo escribirá ella, sino los colaboradores que suele usar para sus programas, porque “me conocen bien” y hay que equilibrarlo todo para evitar que sea tan tediosa como en la época previa a Buenafuente.
Mucho ojo a esta película. Obsesionados como estamos todos por el truco psicológico y de cómo la mente es la modeladora de muchas historias en el cine y la literatura, donde Sigmund Freud es poco menos que una mina inagotable de guiones y de chistes inteligentes, no está de más atender a una película de otro personaje que parece salido de una sesión en el diván: David Cronenberg.
El director repite con otro monstruo camaleónico de voz endurecida pero suave, Viggo Mortensen, con el que ya hizo ‘Una historia de violencia’ y ‘Promesas del Este’. Mortensen será Sigmund Freud, Michael Fassbender su colega/rival Carl Gustav Jung, y Keira Knightley el desatascador de la relación entre ambos. Un triángulo amoroso-psicológico que da como resultado, según la crítica, una grandísima película. Se les unen Vicent Casel y Sarah Gadon en el reparto.
La película se estrena este viernes y está basada en dos textos: por un lado la novela ‘A most dangerous method’ (John Kerr) y por otro la obra teatral ‘The talking cure’ (Christopher Hampton). De hecho, éste último es el encargado de adaptar el guión para Cronenberg. Y con banda sonora de Howard Shore. Lo tiene todo para ser una buena película que dé rienda suelta a esa obsesión psiquiátrica de nuestra sociedad. Mientras el abuso del sexo o el amor no se coma el resto del argumento, claro.
SINOPSIS: Historia de descubrimiento sexual e intelectual basada en acontecimientos reales a partir de la turbulenta relación entre el joven psiquiatra Carl Jung (Michael Fassbender), su mentor Sigmund Freud (Viggo Mortensen) y Sabina Spielrein (Keira Knightley). A este trío se añade Otto Gross (Vincent Cassel), un paciente libertino decidido a traspasar todos los límites. Esta exploración de la sensualidad, de la ambición y del engaño llega a su momento cumbre cuando Jung, Freud y Sabina se reúnen antes de separarse definitivamente y acabar cambiando la dirección del pensamiento moderno.
Pixar ha pegado un volantazo en sus películas con la próxima ‘Brave’. Si ya es por naturaleza la más moderna de las compañías dedicadas a la animación, con una capacidad muy marcada para crear personajes mucho más acordes con los tiempos, ahora vuelve a hacerlo. Lentamente la mujer, o la figura de la mujer, se reforma para dotarla de una presencia que antes no tenía. Y no sólo, al estilo Disney, como una sirena o una princesa. Eso se acabó.
Disney compró Pixar, y de paso también compró parte del legado cultural de la compañía cofundada por Steve Jobs. De ahí surge una niña pelirroja con el corazón de un rey Arturo que es el pilar fundamental de ‘Brave’, algo así como indomable. Llegará a España en verano de 2012 y ya apareció el primer tráiler. Se trata de la feroz princesa escocesa Merida, que se ha convertido en la primera protagonista femenina de Pixar.
La función del personaje, en plena Escocia medieval, es darle la vuelta al rol pasivo y decorativo de la mujer. Sigue siendo una princesa, eso no cambia (¿para cuándo un personaje que sea pobre, o es que ese tipo de desafíos sociales están vetados en la patria del capitalismo rampante?), pero es casi la anti-princesa. Una chica ambiciosa que se rebelará contra la tradición, y con todo el microcosmos épico y de fantasía habitual (desde maldiciones a dragones).
Es mucho mejor juntar estos dos rompetaquillas. Uno para el público adulto, masculino, con un especialista en repartir guantazos y dos grandes actores haciendo películas para alimentar sus cuentas corrientes. Y luego otro para adolescentes, con actores que están al parecer hasta el gorro de su público, y que ya enfilan el final de la saga ‘Crepúsculo’. La primera película es ‘Asesinos de élite’, dirigida por Gary McKendry para mayor gloria de Clive Owen, Robert de Niro y el reparte-estopa Jason Statham, basándose en la novlea ‘The Feather Man’. Nada original en el subgénero de los thrillers de acción, nada más que mencionar que Owen repite en este tipo de menesteres acrobáticos (estuvo en la saga Bourne como asesino de élite también) y que De Niro ya no es el mismo de Ronin. Los años pesan y pasan.
La otra película es ‘Amanecer 1’, es decir, que como mínimo habrá otra más sobre el final de la historia de amor entre el vampiro Cullen y Bella Swan. Pura industria del entretenimiento en movimiento para millones de colgados adolescentes y no tan adolescentes que hacen locuras para poder ver a los personajes. El vampirismo más naïf y con reminiscencias de las novelas de Jane Austen que uno pueda imaginarse. Jamás estuvieron tan edulcorados como en esta saga los vampiros. Dirigida por Bill Condon repite con Kristen Stewart, Robert Pattinson,Taylor Lautner, Dakota Fanning.
Una película de otros tiempos, cuando la comedia negra era una buena tapadera para la crítica social descarnada. Basada en la novela homónima de Rafael Azcona, José Luis García Sánchez ha adaptado ‘Los muertos no se tocan, nene’. En el guión también han trabajado David Trueba y Bernardo Sánchez. Talento para que el cine español recupere ese tono que tenía en los 50 y 60, incluso en los 70, pero que hoy en día quizás suene demasiado lejano, un esperpento de tiempos pasados. O puede que una ventana abierta a algo mejor que lo que suele hacerse. Eso lo decidirá el público. Actores: Silvia Marsó, Blanca Romero, Mariola Fuentes, Laurentino Rodríguez, Airas Bispo, Álex Angulo, Carlos Álvarez-Novoa, Carlos Larrañaga, María Galiana.
SINOPSIS: Logroño, finales de los cincuenta. El joven Fabianito asiste sorprendido a la organización del velatorio de su bisabuelo, ilustre ciudadano logroñés. Fabianito descubre el amor en este inoportuno momento, mientras la familia espera impaciente la llegada del alcalde. Los acontecimientos y las visitas se suceden de una forma incontrolable para la familia, visitas que generan las situaciones más cómicas e inesperadas.
Roman Polanski ha vuelto después del borchorno suizo de ser detenido por un delito nunca bien aclarado. Y lo hace con una irreverente obra de teatro de Yasmina Reza sobre la paternidad y el falso civismo de nuestra sociedad. Reza es una estrella literaria en Francia, donde ha deambulado del conservadurismo al liberalismo en un viaje de ida y vuelta que, sin embargo, sirve a Polanski para dar unas bofetadas cinematográficas a esa misma sociedad bienpensante que le colgó de una farola antes de tiempo. Y lo hace en el escenario cerrado de un apartamento neoyorquino y con cuatro actores grandes, inmensos: Jodie Foster, Kate Winslet, Christoph Waltz y John C. Reilly. Entre los cuatro suman cuatro Oscar y muchas tablas. Este navajazo hay que verlo, sí o sí.
SINOPSIS: Dos niños de unos once años se enfrentan con violencia en un parque. Los padres de la “víctima” han invitado a su casa a los padres del “matón” para resolver el conflicto. Lo que comienza siendo una charla con bromas y frases cordiales adquiere un tinte más violento a medida que los padres van revelando sus ridículas contradicciones y grotescos prejuicios sociales.
Una concesión a cierta frivolidad de los medios: Hollywood, a través de su Academia y de otras instituciones ligadas a la la máquina audiovisual de ese lado del mundo, ha rendido tributo a tres veteranos del cine y la televisión durante años: James Earl Jones, Oprah Winfrey y Vanessa Redgrave. Recibieron sendos Óscar honoríficos el sábado en la gala de premios anual de la junta de gobernadores de la Academia.
Jones obtuvo la estatuilla por su trayectoria profesional, mientras que Winfrey recogió el premio humanitario Jean Hersholt, otorgado por sus actividades filantrópicas. En el caso de la actriz británica, el escenario fue Londres y fue homenajeada por la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood, en el primer acto de este tipo que celebra la institución en Europa. La Academia quiso reconocer así los 50 años de carrera de la artista, que ha sido nominada al Óscar en seis ocasiones y que recibió la estatuilla como mejor secundaria en 1978 por su papel en ‘Julia’, además de contar en su haber con otros muchos galardones del mundo del espectáculo.
Winfrey no es ajena al cine: su gran aportación fue ser una de las protagonistas de ‘El color púrpura’, primer acercamiento en los años 80 de Steven Spielberg al cine de calidad entre tanto taquillazo y películas de acción y aventuras. No sería hasta ‘La lista de Schindler’ cuando se resarciera. El de Jones es otro caso de larga carrera en el cine: ha aparecido en más de 50 películas, como ‘Conan the Barbarian’, ‘Field of Dreams’ y ‘Coming to America’, pero sólo fue nominado una vez al Óscar, en 1970, por su rol de boxeador en ‘The Great White Hope’. Y por si fuera poco, fue la voz de Darth Vader en ‘Star Wars’.
No hace falta esperar a que se estrene ‘The Hobbit’, porque los fans de Tolkien y Peter Jackson realizaron en 2010 su propia precuela de la saga de ‘El Señor de los Anillos’, con apenas 30.000 euros, siguiendo la misma línea de estilo visual y de producción, y mucha, mucha, mucha pasión y ganas. Es ‘Born of hope’.
Por Luis Cadenas Borges
Sólo hace falta mucha voluntad y 28.000 euros para convertirse en el remedo inglés y totalmente amateur de Peter Jackson.‘Born of hope’, una auténtica ‘precuela’ de ‘El Señor de los Anillos’ ya es un éxito en la red, una demostración de que internet es una revolución continua mucho más grande de lo que la gente imaginaba. No sólo ya es un mundo virtual, una dimensión nueva en la civilización, sino que ya le hace la competencia directa al cine tradicional.
El motor de toda esta historia es Kate Madison, actriz aficionada de Cambridge con 31 años que guarda, caracterizada, cierto parecido con Eowyn, uno de los personajes de la trilogía en el cine (menos en los libros). Fue ella la que, atraída por la interpretación, decidió hacer su versión de la obra del Tolkien, a fin de cuentas un habitante del Oxbridge (Oxford y Cambridge) como ella. Ahorró durante años y con 8.800 euros puso en marcha un trailer inicial para captar más inversores y fanáticos tolkinianos. Lo colgó en Youtube y a partir de ahí la bola de nieve creció hasta alcanzar los 28.000 euros, con aportaciones mínimas de 3 euros hasta montantes más grandes.
Con la milésima parte del presupuesto que tuviera Peter Jackson en su día para hacer la trilogía en Nueva Zelanda, Madison rodó en los bosques del sur de Inglaterra esta película que tiró de amigos, conocidos, fans, socios… cualquier cosa, desde maquilladores trabajando gratis hasta supermercados que aportaron comida gratis del sobrante del día. Al final 400 personas se pusieron en marcha para rodarla. Resultado: 70 minutos de película de gran calidad que, sinceramente, y hablando en castizo, da el pego por completo. La clave es el argumento, que narra la vida de Arathorn, padre de Aragorn, y porque sigue la línea de diseño y estilo visual de la trilogía original.
La crítica, salvando las distancias logísticas, incluso ha alabado el ímpetu y la inventiva. Como en los viejos tiempos. Otra clave: el guión no lo escribió Madison, sino que fue confeccionado por internet entre los fans requeridos por ella y un acérrimo fan de Estados Unidos, siempre a dos manos y a través de webs. Así que mientras Guillermo del Toro y Jackson convierten Nueva Zelanda una vez más en la Tierra Media con los productores asustados por la cantidad de dígitos del proyecto, Kate Madison espera pacientemente a que el número de visitas a su web para ver la película (ya supera el millón) aumente para ver si le ofrecen un cameo en ‘The Hobbit’.
El rodaje de ‘The Hobbit’ sigue adelante y ya tiene varias etapas consumidas: Peter Jackson, además, no ha parado de colgar fotos, noticias y todo tipo de vídeos sobre el rodaje en Nueva Zelanda.
Por Luis Cadenas Borges
La bancarrota de la MGM frenó en seco dos proyectos: James Bond, ya retomado, y la que iba a ser la segunda inmersión del Spielberg de las antípodas, Peter Jackson, en el universo literario de J. R. R. Tolkien. Lo iba a hacer con otro de los directores del género fantástico con más solera e imaginación visual, Guillermo del Toro. Pero la falta de dinero, los continuos retrasos y los follones administrativos entre las productoras, y de éstas con el gobierno neozelandés, obligaron al mexicano a dedicarse a otros menesteres. De nuevo Jackson tenía que ser tres en uno: guionista, director y productor. Repiten New Line Cinema (en la trilogía fueron vitales), el equipo de WETA de Nueva Zelanda, la resucitada MGM (más bien en la UCI pero con constantes financieras estables) y la Warner Bros en la distribución. Es decir, que el invento, por lo menos, saldrá adelante. El proyecto que le lanzó a la fama, que le llenó las vitrinas de Oscars, volvía a pedir que fuera su padre quien llevara el timón.
Así que el rodaje empezó en marzo pasado ya con todos los actores, incluyendo a Evangeline Lily (ex lostie) y con la vista puesta en hacer dos películas. La primera, ‘The Hobbit: An unexpected journey’ llegará a los cines el 14 de diciembre de 2012, y la segunda, ‘The Hobbit: There and back again’, el 13 de diciembre de 2013. Jackson usa el mismo método que usó para filmar ‘El Señor de los Anillos’: rodarlo todo a la vez y luego dividirlo en partes. Lo filmarán, además, en 2D y en 3D, para ver si entonces todavía el público cuela con el invento. El guión lo firman a varias manos: el propio Jackson (que al final mete la mano en los retoques), su esposa Phillipa Boyens, Guillermo del Toro y Fran Walsh.
Sobre los actores, en estos meses ha habido para todo. Sobre todo para regresos que darán algo más de empaque a las películas, cuando inicialmente se quería que sólo repitiera uno, Ian McKellen como Gandalf. La primera finta al texto original, probablemente muy inflado respecto al firmado por Tolkien, lo marcó Orlando Bloom, que vuelve como el elfo Legolas cuando éste no aparece en la novela que lanzó a la fama a Tolkien. Acompañando a Bloom estará Martin Freeman, interpretando el papel de Bilbo Bolsón; Cate Blanchett, Elijah Wood y Andy Serkis también regresarán y repetirán sus papeles. También repite Andy Serkis, que volverá a ser Gollum por obra y gracia de la tecnología de captura de movimientos que le hizo imprescindible en la trilogía. De momento la producción deja escapar algunas imágenes, pequeñas píldoras para los fans, como hace poco en ‘Entertaiment Weekly’, donde aparecen tres imágenes del rodaje, centradas en Gandalf, Bilbo y los enanos.
No obstante, la fidelidad al texto no va a ser tan grande. Ya en la primera adaptación de la trilogía a los críticos y los fans les quedó claro que Peter Jackson había hecho “su” lectura, esto es, había suprimido personajes y escenas que él consideró sobrantes o que podían distraer dentro de un argumento cinematográfico. En el juego de lenguajes artísticos, ganó el cine, para bien suyo y de los que vieron las películas como un salto adelante del género del cine épico. Y en este caso sucederá casi lo mismo, ya que la razón de partir en dos la trama obedece a que la primera sería la novela en sí, mientras que la segunda abordaría todos los acontecimientos hasta el inicio de la trilogía ‘El Señor de los Anillos’. Es decir, que Jackson querría hacer un puente entre ambos ciclos, imitando, por ejemplo, a George Lucas con ‘Star Wars’. Más o menos unos sesenta años de historia de la Tierra Media. De salir mal, habrá problemas en el éxito del filme. Quizás del segundo, porque del primero está asegurado.