El mundo entero depende del agua. Es el elemento clave que permite no sólo el actual clima sino también la vida y la habitabilidad misma del planeta. Pero más importante es el agua dulce, al menos para nosotros. La NASA ya tiene un mapa de dónde está la humedad y el nicho básico de vida.

El satélite SMAP de la NASA se ha encargado de elaborar un mapa global continuado de dónde está la humedad en el suelo, para poder determinar la fertilidad de los territorios, qué zonas están congelados (agua subterránea helada, como en la taiga) o cuales no. En realidad no es UN mapa, sino que son muchos continuados. Su trabajo durará tres años y empezó a trabajar el pasado 31 de enero. Los primeros resultados ya están en manos de la NASA.

El mapa no ofrece sorpresas: además de corroborar que Australia, el norte de Chile y parte del suroeste de EEUU son de las zonas más áridas del planeta junto con el Sahara, de la misma forma que el este de EEUU, el norte de Europa y la zona del sudeste asiático son muy húmedas. Pero esta humedad no es eterna: varía en función de cómo sea el clima y cómo cambien de manera lógica los ciclos del agua. Cuanto más calor, menos agua líquida y más en estado gaseoso.

Mapa humedad SMAP - NASA

Primero de los mapas de humedad del SMAP

Recientemente uno de los “cocos” del movimiento conservador norteamericano, el senador Ted Cruz, uno de los mayores negacionistas del cambio climático y que hasta hace poco sostenía que el mundo no tenía más de 6.000 años (es militante del diseño inteligente) ha criticado abiertamente a la NASA por invertir fondos en “mirar hacia abajo” en lugar de apuntar hacia las estrellas. La respuesta de la NASA fue categórica: la agencia lo estudia todo, sin distinciones, porque todo es parte del universo conocido. Y para rematarlo la NASA invirtió millones de dólares en este satélite, pensado para escanear continuamente la superficie.

El actual mapa dinámico es una parte más de su trabajo, enfocado sobre todo en control climático, análisis del suelo y sus recursos. De hecho conocer esos recursos son clave para poder realizar programas de desarrollo sostenible para la Humanidad. Literalmente estudia las relaciones entre agua, energía y ciclos de carbono en nuestro planeta, de tal manera que se pueda conocer mejor la estructura dinámica del agua en el mundo. Estos datos generales también sirven para poder comprender mejor el clima y sus cambios, y ser capaces de predecir con tiempo cuándo habrá una sequía o cuándo una fase de lluvias intensa.

De cara al público la NASA ha publicado un mapa de alta resolución que permite saber dónde está la humedad y los diferentes grados posibles. Los instrumentos de la NASA, combinados, permiten extrapolar los datos métricos para poder crear una gran red global que puede ser usada para muchos fines. El mecanismo es casi el mismo que el de un submarino pero adaptado: el SMAP emite señales en microondas que rebotan contra el suelo terrestre y al mismo tiempo un radiómetro analiza los componentes químicos emitidos por la superficie. Combinando ambos se puede saber profundidad y composición. Y por lo tanto, la cantidad de agua.