La clave estaba en lo más profundo del desierto del Sáhara, en manos de los beduinos: ellos atesoraban un meteorito marciano que en estos días han demostrado que la corteza planetaria de la Tierra y Marte.
Un meteorito marciano de 4.4000 millones de años encontrado por tribus beduinas del norte de África ha demostrado que la corteza de Marte se formó al mismo tiempo que las cortezas más antiguas de la Tierra y la Luna; eso por un lado, por otro, este descubrimiento desestima teorías paralelas sobre la formación de Marte o por qué es como es, entre ellas que un impacto estelar pudiera haber dado al traste la primitiva superficie marciana con capacidad para albergar vida. El equipo investigador pertenece a la Universidad del Estado de Florida y se ha publicado en Nature.
El meteorito se llama NWA 7533 y ha sido sometido a todo tipo de experimentos, principalmente espectrómetros de masas que puso a disposición del equipo el MagLab de EEUU (Laboratorio Nacional de Alto Campo Magnético). La alta concentración de iridio mostraron que el fragmento venía del hemisferio sur marciano. El iridio está presente en casi todos los meteoritos. Aunque los cráteres cubren más de la mitad de Marte, éste es el primer ejemplo que proviene del sur marciano, especialmente importante por tratarse de la parte más antigua de la formación del planeta y clave para entender cómo se formaron los planetas del circuito interior del sistema, todos pequeños y rocosos en comparación con los gigantes gaseosos y distantes más allá del cinturón de asteroides.
A través del NWA 7533 han sido capaces de determinar el espesor de la corteza de Marte, que al ser comparado con otras mediciones alternativas ha confirmado que Marte no sufrió ningún impacto directo de un gran meteorito. El equipo fechó los cristales de circonio del meteorito y fueron capaces de datarlos (y con esto el propio meteorito): 4.400 millones de años, justo el momento temporal de la fase final en la que el Sistema Solar nacía y ya se habían condensado materiales que luego darían pie a la Tierra, por ejemplo. La conclusión es que Marte ya tenía corteza terrestre al inicio de la creación de los planetas y que se formó en paralelo a las de nuestro planeta o la Luna.
Dos imágenes del NWA 7533
Imagen de la superficie marciana en el hemisferio sur