Puede que no sea la más fascinante, ni la que más gente pueda atraer, pero desde el punto de vista artístico y de cómo se desarrolla el arte será de las mejores: ‘El trazo español en el British Museum. Del Renacimiento a Goya’ (Museo del Prado, hasta el 16 de junio) es la exposición vital para entender cómo es el origen estilístico del arte nacional.
En pequeños trazos esta muestra surge de la colaboración entre el British Museum y El Prado para exhibir parte de los fondos de la institución británica en relación al arte español de los siglos dorados, entre el incipiente Renacimiento y la eclosión de Francisco de Goya. De 1500 a 1828, una época muy amplia en forma de dibujos de los grandes artistas que permiten ver cómo se planteaba el trabajo, cómo eran los estudios previos, y que abarcan desde ejercicios de retrato a escenas costumbristas, preparaciones para otros cuadros, detalles, esbozos e incluso en estudios previos para retablos de iglesia.
La exposición comienza con los ejemplares más antiguos que corresponden a artistas del siglo XVI y que desarrollaron su actividad en Castilla, como Alonso Berruguete. Aparte de él se recogen los trabajos de los artistas italianos que llegaban a la corte madrileña para trabajar en El Escorial y que tanta influencia tuvieron en el arte español: Pellegrino Tibaldi es un buen ejemplo, del que se incluye uno de los dibujos con arquitectura más sobresalientes del siglo XVI, el ‘Estudio para la decoración de la Biblioteca del Escorial’.
Continúa con la obra de algunos de los pintores más importantes del siglo XVII que trabajaban en distintas regiones del país, las cuales actuaban como ‘centros’ artísticos independientes: Vicente Carducho, Alonso Cano y Francisco Rizi (Madrid); Francisco Pacheco, Murillo y Zurbarán (Sevilla); Juan Ribalta (Valencia) y José de Ribera (Nápoles, parte del imperio español entonces). Todos ellos fueron representantes del florecimiento del dibujo durante el Siglo de Oro y produjeron ejemplos excepcionales como ‘El enano Miguelito’ de Rizi, ‘San Miguel Arcángel’ de Murillo, ‘Curación milagrosa de un santo’ atribuido a Ribalta o ‘Ticio’ de Ribera.
‘Mujer oriental bajo un toldo’ (José Camarón) y ‘Arthur Wellesley’ (Goya)
Al llegar al siglo XVIII, la exposición incluye obras clave de Luis Paret como ‘Baile de máscaras en el Teatro del Príncipe’; de José Camarón, ‘Mujer oriental bajo un toldo’; y otros maestros del periodo, muchos de ellos auténticos maestros del dibujo al servicio de la burguesía y la nobleza costumbrista de la época, que deseaba este tipo de obras en una España que se abría lentamente a las influencias europeas.
Pero el colofón, grandioso, a la exposición, la pone el gran genio de Francisco de Goya, fundamental dibujante que extendería su talento más tarde en el grabado. Del papel a la plancha en un salto. Una fuerza creativa dominante en el arte español y que forjaría un antes y un después. A través de sus dibujos exploró lo fantástico, las creencias y las conductas humanas. Pero sobre todo su universo personal y particular. Ocho de sus dibujos, inéditos en España, nunca antes vistos por el público español, son la perla de la muestra. Destaca el retrato de ‘Arthur Wellesley, primer duque de Wellington’, que pone de manifiesto su talento gráfico.
‘San Miguel arcángel’ (Murillo) y ‘El enano Miguelito’ (Rizi)
Horario: De lunes a sábado de 10 a 20h, domingos y festivos de 10 a 19h.
Precios: General: 14 €; General + Guía (libro guía de la Colección): 23 €; Reducida: 7 €; Gratuita: 0 €; Grupo turístico: 14 € / persona (Sólo a través del CAV); Grupo cultural: 7 €; Grupo educativo: 0 €.
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‘La expugnación de Rheinfelden’ (Vicente Carducho)
¿Por qué el British Museum tiene tantos dibujos españoles?
La colección de dibujos españoles del British Museum es una de las mejores que hay fuera de España, de gran calidad, y abarca casi doscientas obras e incluye muestras de artistas que van desde mediados del siglo XVI hasta el siglo XX. La colección ha ido creciendo de forma esporádica, alimentada por las compras de los viajeros del siglo XIX y cómo el romanticismo y el costumbrismo en la mente de las élites victorianas gestó un gran amor por estas obras. Dos figuras destacadas fueron Richard Ford (1845) y William Stirling Maxwell (1848), escritores y coleccionistas que fundamentaron al British Museum. Ford reunió un gran número de estampas y dibujos (algunos Murillo entre ellos) y Stirling Maxwell, pinturas y dibujos. Entre los primeros diseños españoles que ingresaron en el British Museum figuraban los de la colección del vizconde de Castel Ruiz, que fueron obtenidos en la subasta que celebró Christie’s en 1846. El museo compró en dicha ocasión un total de treinta obras españolas, lo que constituía un corpus importante. Varias fueron luego atribuidas a artistas italianos, pero recientemente se han vuelto a asignar a la escuela española, como ‘El desvanecimiento de la reina Ester’ a Mosén Domingo Saura. En 1850, cuatro años después de la subasta de 1846, el museo compró (a Henry Graves) un grupo de dibujos españoles fundamentales, entre los que estaba El agarrotado de Goya, el ‘Santo atado a un árbol’ de Ribera y ‘La expugnación de Rheinfelden’ de Carducho. Habría más compras, subastas y donaciones, como las de 1860, 1873, 1890 y 1895.