Arte rupestre y ciencia se dan la mano en Altamira, que durante años fue campo abierto para el público hasta su cierre preventivo que ahora podría acabar.
Arte rupestre y ciencia se dan la mano en Altamira, que durante años fue campo abierto para el público hasta su cierre preventivo que ahora podría acabar.
Altamira es una mina de oro cultural: la maestría de las pinturas rupestres es tan grande que ha generado todo tipo de filias que se convierten ahora en el Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria (Mupac).