Como todo animal el ser humano es producto de una larguísima evolución en la que quedan huellas de los estados anteriores; incluso nosotros tenemos algo de los anfibios: nuestros dedos se pueden regenerar.
Como todo animal el ser humano es producto de una larguísima evolución en la que quedan huellas de los estados anteriores; incluso nosotros tenemos algo de los anfibios: nuestros dedos se pueden regenerar.
El descubrimiento en los últimos años de una nueva rama independiente de la evolución humana pone en entredicho todas las teorías de unidad de nuestra especie antes del Homo Sapiens.