Una vez más habrá que cambiar nuestra historia como especie. La obsesión humana con su origen es realmente de diván, pero es lógico en una forma de vida consciente que quiere saber bien su origen biológico. La historia de los Homo Sapiens, la especie que nos define, es muy antigua. Tanto que habría que retrasarla todavía más, unos 50.000 años más por culpa de un trozo de mandíbula con dientes hallada en Misliya (Israel) con 180.000 años.