Un estudio del Trinity College de Dublín ha tendido un puente más entre el mundo de los insectos y la mecánica aplicada: algunas especies producen “vendas internas” reparando la cutícula de los miembros que hacen de huesos en estas formas de vida.
Un estudio del Trinity College de Dublín ha tendido un puente más entre el mundo de los insectos y la mecánica aplicada: algunas especies producen “vendas internas” reparando la cutícula de los miembros que hacen de huesos en estas formas de vida.
Que los insectos servían de inspiración a la ingeniería, la robótica e incluso a los informáticos ya era algo sabido. Y habitual. Pero hemos subido un grado: las hormigas Eciton hamatum tienen un depurado orden asociativo que ahora sirve de base para la ingeniería.
Hasta ahora sabíamos que las hormigas pueden comunicarse entre ellas, que trazan mapas precisos del hormiguero y de todo lo que lo rodea, que tienen una jerarquía estricta para su funcionamiento… pero ahora, además, pueden automedicarse.