Sonaba un japonés, pero se equivocaron de japonés: Murakami tendrá que esperar un año más para ganar el Nobel. En la edición de 2017 el ganador ha sido uno de sus compatriotas, pero que escribe en inglés desde que se convirtió en ciudadano británico y en uno de los símbolos de la Gran Bretaña multicultural que recibió una gran cuchillada con el Brexit. Sirva este premio para demostrar lo vacuo y absurdo de todo nacionalismo, incluso el cultural. En España todas sus novelas las ha publicado Anagrama.