Los presupuestos creados por Michael Crichton para ‘Parque Jurásico’, luego desarrollados en la saga cinematográfica, ya no están tan lejos de ser reales. En dos años es posible que aparezca el “mamutfante”, una vía mixta para resucitar al mamut lanudo a partir del ADN de elefante.

Imagen de portada: Mamut lanudo

Hace 4.000 años que murió el último de los mamuts lanudos que sirvieron de base de expansión del ser humano, tanto por su piel, sus huesos, el marfil y su carne. Fueron una especie emparentada con los elefantes que se adaptó perfectamente a la era glaciar y que se extinguió con la misma facilidad, en gran medida por la caza abusiva por parte de los seres humanos primitivos. El espécimen más cercano es el elefante asiático, no el africano, que evolucionó por separado. Ahora un grupo de investigadores genéticos de la Universidad de Harvard creen que podrían resucitarlo en dos años por ingeniería de laboratorio, pero por la vía “vehicular”: usar ADN de una especie emparentada, el elefante, como base de desarrollo del espécimen.

El grupo, liderado por el profesor George Church, presentó el pasado mes de febrero el proyecto, basado en crear un “embrión de mamífero elefante híbrido […] En realidad, sería más como un elefante con un número de rasgos gigantescos”. Incluso tiene ya nombre, mamutfante, fusión de ambos sustantivos y que define bastante bien lo que saldría de la probeta: sería en parte elefante, pero con las orejas más pequeñas, grasa subcutánea, la característica cubierta de pelo endurecido y una sangre más adaptada al frío. Los genes del ADN de mamut, recuperado de los especímenes hallados congelados en varios puntos del planeta, se unen a los del elefante por empalme de secciones a través del método Crispr/Cas9 de engarzado.

El proyecto arrancó en 2015, cuando los primeros intentos de empalmado de genoma se incrementaron notablemente, haciendo viable un primer embrión. Harán falta varios intentos embrionarios para poder lograr uno viable, que sería insertado en un útero artificial en lugar de usar una hembra de elefante, una variante que aunque parezca más lógica es mucho más complicada, ya que el embrión podría ser rechazado por el sistema reproductivo de la elefante. Además podrían dañar a la hembra, lo cual, tratándose de una especie en peligro de extinción, podría conllevar problemas legales y éticos.

Este proyecto, aunque pueda parecer una frivolidad, en realidad tendría un efecto colateral beneficioso, la posibilidad de salvar al elefante asiático, ya que se podría relanzar y reforzar a la especie usando los mamutfante. El equipo de Harvard ya ha desarrollado un útero artificial que fue usado para criar ratones. El salto es grande, pero creen que es viable. Se usarían células de piel de elefante para la base del embrión: los núcleos de las células mixtas mamut-elefante se colocarían en óvulos de elefante vaciados de material genético, y luego, de manera artificial, crear embriones nuevos con el renovado ADN.