Esto es como un obituario, pero no de un ser humano sino de uno de los productos de la mente humana: el pasado miércoles el satélite Planck europeo empezó el proceso de apagado y muerte. 

Adiós a uno de los mejores ingenios salidos de la Agencia Espacial Europea (ESA) rumbo al espacio. El satélite Planck ya se ha liberado de los propulsores del aparato para vaciar los tanques de combustible y así dejar de estar operativo. Uno de los dos instrumentos fundamentales del artefacto, el de alta frecuencia de HFI, ya había agotado su suministro de helio líquido en enero de 2012. Era su defunción de facto: pero para entonces ya había completado los cinco estudios astronómicos para los que había sido puesto en órbita, el del espacio profundo y la carta estelar.

Planck es la tercera misión de medio tamaño (M3) del programa científico Horizon 2000 de la ESA. Fue lanzado en mayo de 2009 y tenía un trabajo muy concreto: detectar las anisotropías en el fondo cósmico de microondas en todo el cielo, con una resolución y sensibilidad sin precedentes. De esta forma se podían crear modelos del espacio profundo que ayudarán a concretar las teorías sobre el universo primitivo y por qué las estructuras cósmicas son como son. Resumiendo: indagar un poco más en el origen mismo del universo.

Una de las razones por las que ha sido tan importante para la ESA y el resto de la comunidad científica llego en el verano de 2010. En ese momento el satélite fue capaz de crear la estimación más precisa de la distribución del universo, que determinó en 68,3% de energía oscura, un 26,8% de materia oscura y un 4,9% de materia residual, dentro de la cual entraría desde las estrellas al ser humano. Además, desde enero de 2012, la nave espacial ha llevado a cabo otros tres estudios del cielo con LFI, lo que ha permitido a los científicos refinar sus datos de la Radiación de Fondo de Microondas (CMB).

“En las últimas semanas, hemos estado trabajando para preparar Planck para un apagado seguro permanente”, ha señalado el portavoz de la ESA, Steve Foley, que añadió que “esto incluye poner la nave en modo ‘pasivo’ y situarla en trayectoria a una órbita de aparcamiento alrededor del Sol y lejos del sistema Tierra-Luna”. Se trata de un sistema similar al procedimiento que en el mes de junio se realizó con Herschel. Todo listo pues para el funeral.

Modelo creado por el satélite Planck

El satélite Planck (ESA)