Después de dos años una de las sondas clave del sistema de vigilancia del Sol creado por la agencia norteamericana ha vuelto a entrar en contacto a través de una red internacional de antenas de radio dedicada a la escucha del espacio profundo.

La última vez que STEREO-B dio señales de vida fue el 1 de octubre de 2014. Desde entonces no se había sabido nada de la sonda que recibe su nombre del Observatorio Solar de Relaciones Terrestres (STEREO en inglés), que fue literalmente engullida por el espacio. Pero la Red de Espacio Profundo (DSN), compuesta por antenas de radio repartidas por todo el mundo y que captan todas las emisiones de señal de las sondas activas, captó un aviso de la nave perdida. Está activa y podría seguir en funcionamiento.

Su objetivo es estudiar el Sol y comprender su funcionamiento, especialmente en lo referente a las explosiones de la corona sola y cargadas de energía que son lanzadas al espacio y que, en ocasiones, llegan hasta la Tierra alterando telecomunicaciones e incluso el clima. Al ser energía pura, cuando llegan a nuestro mundo impactan con el campo magnético y crean enormes tormentas que alteran cualquier tipo de dispositivo electrónico. Ante el peligro que suponen para la Tierra, la NASA ideó dos naves que lanzó en 2006, la STEREO-A y su hermana la STEREO-B. Su misión era posicionarse en diferentes órbitas respecto a la Tierra y el Sol para así poder captar todas las imágenes posibles del comportamiento de la estrella.

Sin embargo, durante uno de los reseteos de seguridad destinados a reiniciar las naves, la B se quedó en silencio. La agencia intentó recuperarla desde entonces, principalmente enviando órdenes a la nave cada mes para lograr reactivarla. Pero por insistir… Finalmente el 21 de agosto la DSN captó una señal de retorno de la sonda, por lo que ahora el equipo de STEREO debe intentar recuperar la operatividad de la B para poder evaluarla y saber si puede volver a cumplir con su cometido.