En junio el Thyssen-Bornemisza (si lo permite el coronavirus) deja atrás el clasicismo habitual para dar rienda suelta a otro “clásico” que desde su larga vida habla de cómo se gestó el arte contemporáneo de posguerra en EEUU, del Arte Pop y su papel precursor y pionero en este género que sus contemporáneos engrandecieron hasta hacerlo omnipresente.
Imagen de portada: 3 de enero (Alex Katz, 1993)
Será entre el 23 de junio y el 4 de octubre (si el coronavirus no lo evita, siempre hay que tener en cuenta la situación crítica actual). La primera retrospectiva en España (si contar con la exposición en el Guggenheim de Bilbao de hace unos años, que era parcial y temática) de uno de los creadores artísticos clave del siglo XX menos conocidos en nuestro país, uno de los últimos vivos que alumbraron el despertar del Arte Pop en EEUU y luego en el resto del mundo. Neoyorquino nacido poco antes del Crack del 29, es una figura indiscutible en su país y que a pesar de su edad (93 años) sigue en activo. La muestra, comisariada por Tomàs Llorens y Guillermo Solana, cuenta incluso con el apoyo del propio autor para una treintena de óleos de gran formato junto con información de contexto para los espectadores, que podrán entender tanto el estilo de Katz como su contexto cronológico y artístico. Por ejemplo sus temas, que son característicos de su carrera: retratos en solitario, duplicados y de grupo, sus reconocibles flores y envolventes paisajes de vivos colores y fondos planos.
Alex Katz nació en Brooklyn (Nueva York) en julio de 1927, nacido en el seno de una familia judía askenazi que había emigrado a EEUU desde Rusia cuando el comunismo le quitó la fábrica para colectivizarla. Allí crió a su familia, en la Gran Manzana, donde en 1946 ingresaba en la Cooper Union School of Art and Architecture, uno de los lugares donde se formaría como pintor y escultor figurativo (junto con la Skowhegan School of Painting and Sculputure), su otra vertiente creativa. Ganó una beca Guggenheim y es miembro de la Academia de Artes y Letras de EEUU. Estilísticamente es famoso por las composiciones planas y “cut-outs”, retratos pintados sobre madera recortada donde juega con las siluetas y que realiza desde los años 60. Casi toda su obra ha pasado por los grandes museos contemporáneos, y forma parte de las colecciones del MoMa, el Whitney Museum, el Metropolitan, el Pompidou parisino, la Tate Gallery londinense o el Museo Reina Sofía.
Summer picnic (1975)
En su momento Katz admitió que había tenido un ataque similar al de Kafka: destruir su obra por no estar satisfecho. Pero él sí que lo hizo: destruyó gran parte de su obra realizada en los primeros años de carrera, quizás cientos de cuadros y dibujos. La razón era que necesitaba encontrar su estilo, y desde los años 50 quiso encontrar un arte libre y “más rápido de lo que podía pensar” en sus propias palabras. Katz produce sobre todo retratos y paisajes, estos últimos con su base de referencia en Maine, donde el artista pasará parte del año con regularidad; contrastan con sus visiones de Nueva York, su ciudad y pivote principal de sus referencias estéticas fuera del retrato, donde abunda el ambiente doméstico de sus familiares (como su esposa Ada, de la que hará nada menos que 250 piezas), amigos artistas, escritores y personajes de la sociedad neoyorquina.
Desde los años 60 Katz también acopló la influencia de la publicidad y el cine en su obra, con lienzos cada vez más grandes y donde el rostro humano define todo. Usará todo tipo de técnicas mixtas, algunas de origen muy antiguo (que datan del Renacimiento) y otras nuevas, como trabajar sobre aluminio o proyectar los bocetos previos sobre lienzos más grandes usando tecnología del siglo XX. Lentamente simplificó aparentemente sus cuadros, pero que llevan un gran trabajo de reducción de la narrativa para sintetizarla. Esa economía se basa, por ejemplo, de las obras japonesas de Kitagawa Utamaro. Este estilo fue precursor del Arte Pop posterior y contemporáneo a estos años, hasta el punto de que, desde su propia visión individual, se encuadró en este tipo de arte. Sus obras se definen por colores planos, sin profundidad y con las formas también simplificadas, con una gran economía de líneas pero cargadas de emotividad. Llega a la plenitud por el camino más sencillo posible.
Blue Umbrella 2 (1972)
¿Qué es el Arte Pop?
El Pop Art, movimiento caracterizado por el empleo de imágenes y temas tomados del mundo de los mass media y la publicidad, surge a mediados de la década de los 50 en Inglaterra como una nueva corriente artística frente al Expresionismo Abstracto, considerado vacío y elitista, y pronto se extiende a los Estados Unidos, donde alcanza su mayor proyección, hasta el punto de que casi parece haber nacido allí. El término fue utilizado por primera vez por el crítico británico Lawrence Alloway en 1962 para definir el arte que algunos jóvenes estaban realizando, utilizando imágenes populares. El Pop Art (Arte Pop para los hispanohablantes) muestra los rasgos esenciales asociados al ambiente cultural de los 60 y al sentir de una sociedad consumista que idolatra a las estrellas de Hollywood y convierte a los mass media en testigos imprescindibles de un mundo que empieza a sentirse global. Las firmas comerciales (como Kellog´s, Heinz o Campbell) pasan de las estanterías de los supermercados a las paredes de las galerías de arte, acuñando códigos de una nueva era.
El “American way of live”, la modernidad propulsada por los medios de comunicación masivos, el consumo desbordante en el mundo del próspero capitalismo, tejían nuevos conceptos de cultura y ruptura. Los artistas de este movimiento se apropian de técnicas plásticas propias de los mass media, como el cómic, la fotografía y los distintos procedimientos derivados de ella (ampliaciones y yuxtaposiciones, collages, fotomontajes), y el cartel publicitario, con sus diferentes técnicas visuales (acumulación, oposición, supresión). La utilización de la pintura acrílica, derivada de los colores planos del cartel, el cultivo de la bidimensionalidad, el recuso del dibujo nítido y la utilización del gran formato son otras tantas características del Pop Art americano.
10.30 horas (2006)