Fin, por ahora, de la historia de amor entre la sonda Philae y el cometa 67P, apenas 57 horas de idilio, de hazaña tecnológica y de futuro si se tiene paciencia.
Fin, por ahora, de la historia de amor entre la sonda Philae y el cometa 67P, apenas 57 horas de idilio, de hazaña tecnológica y de futuro si se tiene paciencia.
La naturaleza no deja de sorprender, y dos especias demuestran hasta qué punto la vida se adapta y evoluciona para pervivir: una sanguijuela inmune al frío y una medusa gigante.