Como un guiño reivindicativo de lo más difícil de todo (ser diverso y múltiple en un mundo-guardería que tiende a lo monocromático), el Premio Cervantes de 2019, el mayor galardón de las Letras en lengua española (más de 400 millones de hablantes nativos, ojo) ha ido a parar a un autor catalán bilingüe que hace gala de ser un Jano literario de dos idiomas que también es arquitecto. Y además, poeta.