Por encima de las ideologías, las creencias y los dogmas políticamente convenientes para unos y otros, las matemáticas y la física no mienten. Todos los registros de 2018 demuestran que fue el año más caluroso de media en todos los océanos del planeta, con terribles consecuencias. Tres estudios conocidos este mes muestran que este aumento provoca cambios en el oleaje costero, en el deshielo acelerado y en el futuro de las reservas de agua dulce subterráneas.