Imaginen un creador capaz de pasar del ala de Salvador Dalí y Jodorowsky a las de Moebius y Ridley Scott: ese era H.R. Giger, padre de un estilo inimitable (pero mil veces imitado) que acunó buena parte de las pesadillas de los años 80 y 90.
Imaginen un creador capaz de pasar del ala de Salvador Dalí y Jodorowsky a las de Moebius y Ridley Scott: ese era H.R. Giger, padre de un estilo inimitable (pero mil veces imitado) que acunó buena parte de las pesadillas de los años 80 y 90.
Cadaqués volverá a ser cuna surrealista más allá de su museo sobre Dalí para acoger el 21 y 22 de septiembre la primera edición de ‘Sensorium International Gran Gala of Surrealism’.
Un genio, un iconoclasta, un burgués aristocrático, un loco y un hombre psicológicamente tan complejo como fascinante: es la mejor definición compuesta para Salvador Dalí, fuente inagotable de ideas para exposiciones y muestras que atraigan al público, como la que hará a partir del 27 de abril el Museo Reina Sofía.