Se cumplen 40 años de viaje del primer ingenio mecánico humano diseñado para cruzar el vacío más allá de todo. Las sondas Voyager 1 y 2, lanzadas con un mes de diferencia, llegan a las cuatro décadas de existencia y ya han sobrepasado los límites del Sistema Solar. Y lo mejor: en el vacío apenas tendrán desgaste, por lo que muy probablemente seguirán activas incluso después de que todos nosotros hayamos muerto.