De entre todos los mundos pequeños con opciones de albergar vida extraterrestre bacteriana o microscópica (que nadie espere hombrecillos verdes con antenas) Titán es uno de los más prometedores. Y extraños: es el paraíso de los hidrocarburos, con lagos de metano y nubes de etano en lugar de agua. Pero son el caldo de cultivo perfecto para la vida bacteriana. Ahora se sabe por qué se forman.