La vieja Britania prehistórica, prerromana, legendaria y fuente de todo tipo de leyendas, no para de dar sorpresa: han encontrado un monumento megalítico muy cerca de Stonehenge y más grande todavía.
La vieja Britania prehistórica, prerromana, legendaria y fuente de todo tipo de leyendas, no para de dar sorpresa: han encontrado un monumento megalítico muy cerca de Stonehenge y más grande todavía.
Hay pocas ciudades del mundo que puedan presumir de haber sido cuna de una civilización que dejó grandes muestras de arte y construcción y que todavía estén pobladas. Pocas: Roma, Atenas, Alejandría, Jerusalén, Cádiz, Sevilla, Damasco, Kyoto, Beijing… y la grandiosa México D.F, que no para de dar sorpresas a la arqueología.
Perú no es sólo el mundo inca. Sudamérica fue escenario de muchas otras culturas y civilizaciones además de la consabida tríada precolombina clásica (mayas, aztecas e incas). Fue una tierra fértil, mucho más antiguamente, que permitió a varias culturas avanzadas desarrollarse en todos los niveles.
Arqueología, disciplina de tintes mágicos que con los años ha sido pasto del marketing y que ahora no para de explotar mitos en Europa: ahora en la “Atlántida de Split”.
Perú sigue dando sorpresas a la arqueología: en el sur de Perú, en el delta del río Tambo, ha aparecido una nueva cultura precolombina hasta ahora desconocida.
Dicen que el perro es el amigo del hombre, pues no sólo es cierto sino que además ayudo a nuestra especie a cimentar la civilización y nuestra evolución.
Plan para una semana de verano: acordarse de que existe el Museo Naval y que el Arqueológico Nacional ya está abierto de nuevo y modernizado.
Roma siempre vuelve, con la fuerza de un mundo fundacional para Europa, como la civilización avanzada y casi insuperable hasta bien entrada la modernidad que cimentó a Occidente.
Tartessos y los fenicios, una relación que es un ancla en el pasado de nuestro país que vuelve una y otra vez para recordarnos que la vieja Hispania es tierra vieja y que apila culturas como capas tiene una tarta.
Gadir ya tiene su ventana al siglo XXI, concretamente sus ruinas gracias a que el yacimiento arqueológico ya tiene su versión museística para el público.