Proyecto realizado por la propia institución, abierta hasta el 26 de mayo. El punto de partida fue la extensa y variada colección de objetos relacionados con el mundo funerario que el museo conserva en sus fondos y la singularidad de algunos de ellos; se trata de una importante colección de carácter etnográfico, reconocida históricamente como representativa tanto de la cultura vasca como del propio museo.