Ceres se ha convertido ya en otro rompecabezas: mares subterráneos, luces brillantes, silicatos, y lo que se creía una superficie rica en carbono, que en realidad no es tal porque fragmentos de asteroides ocultan su composición real.
Ceres se ha convertido ya en otro rompecabezas: mares subterráneos, luces brillantes, silicatos, y lo que se creía una superficie rica en carbono, que en realidad no es tal porque fragmentos de asteroides ocultan su composición real.
Primera entrega de hoy de uno de nuestros temas favoritos: el agua fuera de la Tierra. Si la vida se define por este elemento líquido, encontrarlo fuera de la “bola azul” es casi la promesa de vida extraterrestre o futuras colonias humanas. Por ejemplo Ceres, el planetoide que encierra un océano interior que en su momento estuvo en la superficie.
La NASA ha puesto en circulación un vídeo compuesto por una larga cadena de fotografías tomadas por la sonda Dawn desde que llegó al planeta enano Ceres; al ponerlas de manera consecutiva se consigue la mejor imagen en movimiento que hay hasta ahora de un objeto planetario que se haya tenido hasta ahora desde los vídeos de la Luna del Programa Apollo.
Desde que la sonda Dawn llegara a Ceres (Cinturón de Asteroides) en marzo pasado no ha dejado de enviar información sobre este planetoide independiente, especialmente de sus manchas luminosas: en realidad son varias y están fragmentadas y no son un bloque sólido como se pensaba.
El viernes 6 de marzo de 2015 ya está en la Historia: la sonda Dawn de la NASA alcanzó el planeta enano Ceres y que es uno de los grandes misterios del Sistema Solar, con indicios de agua incluidos.