La expresión “tocar el Sol” es muy relativa, especialmente viniendo de un cuerpo cuya corona exterior está a un millón de grados, la superficie a 6.000 grados y que en realidad es pura materia incandescente hasta casi ser algo extraño entre lo “casi sólido” y lo gaseoso. Pero la NASA lo va a intentar con la sonda Parker, que si no hay retrasos partirá mañana rumbo a la capa externa del astro.