Pequeño pero increíblemente poderoso: el MQ1 es el primer agujero negro estudiado a fondo de su clase, en la galaxia M83, y ha demostrado ser fascinante.
Pequeño pero increíblemente poderoso: el MQ1 es el primer agujero negro estudiado a fondo de su clase, en la galaxia M83, y ha demostrado ser fascinante.
Las galaxias son como grandes telares, una gran malla física, como han visto los astrónomos de la Universidad de California.
El programa IceCube colocado en la Antártida ya tiene resultados: su sistema ha detectado neutrinos de procedencia extraterrestre.
La ciencia en España a veces, a pesar de los recortes y la indolencia gubernamental, da saltos hacia delante, como el de un grupo de la UPV que ha patentado una nueva fuente emisora de luz basada en nanotubos de nitruro de boro.
No podía ser de otra forma: apenas unos meses después de la comprobación de que su teoría era cierta, Peter Higgs, “padre” del bosón de Higgs, gana el Nobel de Física.
No es una teoría, es una realidad y la ONU se ha encargado de constatarlo: el cambio climático es un fenómeno inequívoco y es responsabilidad humana en más de un 90%.
Investigadores de la Universidad de California (UCLA) han desarrollado un nuevo tipo de polímero de células solares (PSC) que produce energía mediante la absorción de la luz infrarroja.
Los descubridores del bosón de Higgs, la partícula considerada responsable de dar masa a todas las demás, son el nuevo Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica 2013.
La Antártida es un gran laboratorio para todo tipo de disciplinas, desde la Química a la Biología o la Física. Uno de los más asombrosos es IceCube, el gigantesco detector de neutrinos más sensible jamás construido.
El francés Serge Haroche y el estadounidense David J. Wineland son los nuevos Nobel de Física, quizás uno de los galardones más mitificados junto con el de Literatura, que se anunciará este jueves.