Como todo gran género creativo, la ciencia-ficción ejerce muchas veces más de lienzo sobre el que pintar con palabras, sonidos e imágenes que de eje central. Lo puedes usar como vehículo para otros formatos o géneros, desde el terror a la comedia pasando por el thriller, la crítica política, la distopía, la utopía o incluso como excusa para otro tipo de historias “prestadas” de otras tradiciones, como es el caso de ‘Alita’, una de las obras más famosas del manga japonés de finales del siglo XX.