Determinar el momento exacto en el que el ser humano dio el segundo salto clave (de Asia hacia Europa) para su evolución y desarrollo es un punto de partida para conocer mejor nuestra propia historia biológica.
Determinar el momento exacto en el que el ser humano dio el segundo salto clave (de Asia hacia Europa) para su evolución y desarrollo es un punto de partida para conocer mejor nuestra propia historia biológica.
Las relaciones del ser humano con la botánica son mucho más antiguas de lo que se cree, quizás sean la primera de las ciencias habida cuenta de los nuevos estudios sobre restos humanos.
Hace apenas cinco días hablábamos de cómo los fósiles chinos obligaban a reconsiderar la teoría aceptada del origen de las aves cuando aparece otro de dinosaurio que apuntala esa misma teoría.
Más madera para una de las mayores discusiones de los últimos años sobre paleontología: ¿de dónde vienen las aves, son dinosaurios evolucionados o tienen otro origen paralelo?
Otra nueva datación sobre restos de Neandertales y Cromañones (Sapiens) ha demostrado, al menos de momento, que ambas especies no llegaron a hibridarse, al menos en Europa.
Los fósiles de Dmanisi (Georgia), con 1,8 millones de años, demostrarían que en realidad de África salieron varias especies para colonizar la Tierra.
La paleontología española sigue vivita, coleando y da noticias, investigaciones y aporta algo de luz al complicado proceso de evolución humana: el Homo Antecessor es más antiguo de lo se creía.
No hay hallazgo fósil en paleontología que no dé como resultado una revisión de lo que se daba por sentado.
Varios estudios recientes demuestran que los Neandertales, lejos de la imagen popular de ceñudos cavernícolas sin conocimiento, tenían su propia tecnología y asimilaban la de los Homo Sapiens antes de extinguirse.
Atapuerca y sus yacimientos de homínidos no entienden de tiempos, ideologías, movimientos o presupuestos: la ciencia avanza y consigue desentrañar el ADN humano más antiguo hasta la fecha.