El Museo del Prado presentó en junio la primera gran exposición monográfica dedicada a los retratos de Lorenzo Lotto, uno de los pintores más destacados del Cinquecento italiano en el que el Renacimiento se sofisticó hasta el extremo y que dio al retrato una consideración psicológica pionera.
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Movistar + quiere plantarle cara a las grandes máquinas de series de TV de HBO y Netflix, pero a su estilo, sin competir directamente (no podría) y lo hace tirando del género histórico. ‘La Peste’ (a partir del 12 de enero en pago por descarga, toda la temporada) es una ambiciosa miniserie de seis capítulos con un presupuesto enorme para España que quiere utilizar el mismo tipo de gancho de calidad que ya usaron ‘Los Tudor’ o ‘Juego de Tronos’.
Exposición clásica pensada para hacer mucha pedagogía, ‘El Renacimiento en Venecia’ explica cómo la ciudad-estado, asfixiada por su ubicación mediterránea después de la Edad Media, se reinventó como modelo artístico y fábrica de ideales estéticos.
Extraño, bizarro, adelantado de su tiempo pero también un antiguo entre modernos, Hyeronimus van Aeken, El Bosco, es una de las grandes apuestas culturales de 2016, cuando El Prado recupere desde hoy (hasta el 11 de septiembre) lo mejor de este pintor, dibujante y grabador que creó mundos imposibles capaces de subyugar a miles de personas 500 años después de hacerlo en su tiempo.
Extraño, bizarro, adelantado de su tiempo pero también un antiguo entre modernos, Hyeronimus van Aeken, El Bosco, es una de las grandes apuestas culturales de 2016, cuando El Prado recupere lo mejor de este pintor, dibujante y grabador que creó mundos imposibles capaces de subyugar a miles de personas 500 años después de hacerlo en su tiempo.
Grande, quizás uno de los más grandes, también de los más desconocidos, icónicos y totalmente fulgurante por lo que se escapa del control, un moralizador que creaba mundos imposibles capaces de seducir incluso hoy en día. El Prado le dedica una de sus grandes exposiciones para el año que viene.
Es uno de los más icónicos pintores conocidos, un genio extraño que vivió el fin de la Edad Media, el inicio de la Modernidad pero que se quedó en terreno de nadie. Ahora el Museo Lázaro Galdiano analiza en profundidad al autor a través de un proyecto internacional.
Estilizado, reivindicativo, regateador, extraño y extranjero en un Imperio que le encorsetó pero al mismo tiempo le dio cancha para poder ser él mismo, así era El Greco.
El destino caprichoso quiso que los dos genios más célebres de la literatura universal vivieran en la misma época, separados por unos miles de kilómetros y con diecisiete años de diferencia en su nacimiento (por Antonino de Mora Taberner).