Hay civilizaciones que caen una vez y no se levantan. Los mayas tenían algo especial, porque fueron capaces de caer, levantarse y el destino tuvo que golpearle una segunda vez para acabar con una de las civilizaciones más fascinantes de América.
Hay civilizaciones que caen una vez y no se levantan. Los mayas tenían algo especial, porque fueron capaces de caer, levantarse y el destino tuvo que golpearle una segunda vez para acabar con una de las civilizaciones más fascinantes de América.
Ceres se ha convertido ya en otro rompecabezas: mares subterráneos, luces brillantes, silicatos, y lo que se creía una superficie rica en carbono, que en realidad no es tal porque fragmentos de asteroides ocultan su composición real.
Allí por donde pasa el Homo Sapiens no vuelve a crecer la hierba. O como poco la megafauna original. Australia es un lugar peculiar, que hace 50.000 años tenía una rama propia y endémica de grandes marsupiales y animales que no había en otro lugar. Hasta que los bípedos llegaron.
A finales de 2016, con las doce campanas asomando, salió a la luz otra proeza de la creación de nuevos materiales en laboratorio, anticipo de la revolución que vendrá a lo largo del siglo XXI: nanocables con un grosor máximo de tres átomos.
Objetivo: el Sistema Solar y los mundos pequeños pero vitales. Conocer mejor el origen de nuestro vecindario con misiones concretas a asteroides compuestos casi por completo de metales, y determinar si las crestas de hielo vistas en Plutón, que sólo existen en la Tierra, esconden claves sobre su pasado.
Primer artículo del año, y empezamos con un suicidio, el de la sonda Cassini, que lleva más de una década revolucionando el conocimiento que tenemos sobre Saturno y sus lunas. Pocas máquinas han sido tan provechosas para la ciencia. Y su último servicio será zambullirse en Saturno.
El rover Curiosity constata que hay boro en la superficie de Marte, una de las “firmas del agua” que se buscan cuando hay que determinar si ésta existió sobre la superficie de un planeta. Es el planeta con más alicientes: ya es casi seguro que en el pasado tuvo un clima benigno y con agua líquida. Quizás con vida.
Primera entrega de hoy de uno de nuestros temas favoritos: el agua fuera de la Tierra. Si la vida se define por este elemento líquido, encontrarlo fuera de la “bola azul” es casi la promesa de vida extraterrestre o futuras colonias humanas. Por ejemplo Ceres, el planetoide que encierra un océano interior que en su momento estuvo en la superficie.
Uno de los flecos que la lógica de Darwin no supo encuadrar bien en su Teoría de la Evolución, que no por ello deja de ser certera, es por qué algunos animales tienen cornamenta o adornos extravagantes cuando ésta puede ser incluso un lastre para su supervivencia. La respuesta es sencilla: el sexo es el motor.
La Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial (JAXA) lanzó el viernes pasado su primer “limpiador” de basura espacial en el carguero no tripulado Kounotori 6. Y el objetivo no puede ser más simple: las órbitas cercanas de la Tierra son un estercolero de piezas que ganan velocidad y son el mayor peligro para la exploración espacial.