Semana entre mareas de EEUU, donde hay mucho cine de género, británico, francés, nórdico, un poco de cine indie norteamericano y el estreno de ‘La bruja’, la película que asombró en el Festival de Sitges.
Semana entre mareas de EEUU, donde hay mucho cine de género, británico, francés, nórdico, un poco de cine indie norteamericano y el estreno de ‘La bruja’, la película que asombró en el Festival de Sitges.
Esta semana llega marcada por dos mujeres: Icíar Bollaín, que vuelve a estrenar en lo que mejor entiende, el cine como reivindicación, a veces minimalista pero lleno de profundidad (‘El olivo’) y otra vuelta, la de Victoria Abril al cine español.
Por fin llegó el estreno de la que se supone es la mejor película nunca hecha por Marvel, esta entrega de la saga personal del Capitán América en la que choca de frente con Ironman. Tan apabullante en presupuesto y fuerza visual es que ensombrece todo lo demás.
El día en el que Truffaut convirtió en mito a Alfred Hitchcock no sólo creó una cima del séptimo arte pasada ensayo, también ayudó a crear la gran ola de cambio del cine al influir en la generación de los 70, entre ellos Scorsese o Coppola. Un documental recoge ahora y da voz a ambos de manera magistral.
Debut de una de las parejas de humor de la televisión nocturna durante varios años, ‘El pregón’ reúne en pantalla grande a Andreu Buenafuente y Berto Romero para luchar en taquilla contra la enésima gamberrada de Sacha Baron Cohen, un sátira sin freno sobre lo peor de Inglaterra.
No tienen entre sí nada que ver, en las antípodas una de la otra (‘Frente al mar’ y ‘Kung Fu Panda 3’), pero van a mandar en la cartelera salvo que la tercera parte de una saga adolescente como ‘Divergente’ les quiebre a todos el guión.
España no se rinde, y ofrece comedia de gran producción con caras reconocibles (Michelle Jenner y Hugo Silva) frente a dos de las outsiders de los Oscar de este domingo, ‘Brooklyn’ y ‘La habitación’.
Esta semana servirá para poner a prueba el aguante del público español con Hollywood: dos filmes antagónicos pero genuinamente angelinos, por un lado la taquillera, desmadrada y violenta ‘Deadpool’, por otro los hermanos Coen con ‘¡Ave, César!’ y los guiños al Hollywood clásico.
Ya no hay más nominados o futuros premiados por enseñar: sólo queda la máquina de hacer dinero de Hollywood, que hace coincidir lo nuevo de Disney con la esperada secuela de ‘Zoolander’ además del filme por el que no nominaron a Will Smith.
Todas las películas nominaciones, especialmente las favoritas (‘Truman’, ‘La novia’, ‘Nadie quiere la noche’…) tienen en común una alta facturación artística combinada con una nula presencia en taquilla. Curiosamente el mismo reproche que se le hacen a los otros grandes premios, como los Oscar. Nunca llueve a gusto de todos.