Venus, hermosa por fuera, la estrella de la tarde, pero infernal por dentro: pocos planetas tienen tan poca relación con su nombre, un mundo donde llueve ácido sulfúrico y la presión atmosférica es tan grande que reduciría coches a simples pelotas de escombros. Incluso ahí pudo existir la vida. Pero actualmente los escollos para la vida en Venus son enormes.