La última teoría sobre por qué sucumbieron los Neandertales, una de las más exitosas evoluciones de entre los homínidos, nuestros primos-hermanos biológicos, apunta hacia una erupción volcánica cataclísmica de hace 40.000 años que lo cambió todo.
La última teoría sobre por qué sucumbieron los Neandertales, una de las más exitosas evoluciones de entre los homínidos, nuestros primos-hermanos biológicos, apunta hacia una erupción volcánica cataclísmica de hace 40.000 años que lo cambió todo.
Una investigación entre científicos canadienses y alemanes ha demostrado que hay zonas del océano Atlántico en los que el agua apenas tiene oxígeno, lo que literalmente mata cualquier forma de vida que no sea microscópica.
Determinar el momento exacto en el que el ser humano dio el segundo salto clave (de Asia hacia Europa) para su evolución y desarrollo es un punto de partida para conocer mejor nuestra propia historia biológica.
Hace 4.000 millones de años una serie de reacciones químicas en cadena dieron como resultado la base de la vida, cadenas de proteínas que tenían la capacidad de actuar de forma autónoma.
No hay lugar de la Tierra donde no germine la vida. Se supone que en el Manto donde el fuego es casi líquido por la presión bien podría ser que no, pero de momento la superficie está más que poblada. La última frontera es la Fosa de las Marianas.
La masa vegetal terrestre tiene un papel vital en la vida, es un pilar fundamental, y de nuevo se demuestra: ante el cambio climático las plantas de los bosques tropicales absorben más y más CO2.
Hacía tiempo que no hablábamos de Marte, pero el planeta rojo es un imán para la Humanidad, y para la posible existencia de vida, que deja un rastro de metano que la Curiosity ha detectado.
Poco oxígeno es equivalente a poca vida: a partir de esta simple ecuación se sabe que la vida tardó mil millones de años más en aparecer.
Geología y biología unidas a la perfección: hace 600 millones de años la erosión de una cordillera propició una gran explosión de vida.
Desde los microbios más pequeños y resistentes a un mamífero del tamaño de un gato desconocidos hasta ahora, la biología sigue encontrando nuevas formas de vida en la inagotable arca terrestre.