No hay lugar de la Tierra donde no germine la vida. Se supone que en el Manto donde el fuego es casi líquido por la presión bien podría ser que no, pero de momento la superficie está más que poblada. La última frontera es la Fosa de las Marianas.
No hay lugar de la Tierra donde no germine la vida. Se supone que en el Manto donde el fuego es casi líquido por la presión bien podría ser que no, pero de momento la superficie está más que poblada. La última frontera es la Fosa de las Marianas.
En efecto, ¿dónde vas, Groenlandia?, pues directa al deshielo estacional permanente, de tal forma que la vieja trampa de Erik el Rojo (llamarla Tierra Verde para captar colonos) podría ser realidad antes de que termine el siglo, ya que se ha creado una auténtica red de ríos y canales líquidos en ella, anticipo de lo que vendrá.
Empieza a ser recurrente que el ser humano le eche pulsos a la Tierra sin parar, la mayor parte de las veces inconscientemente; ahora son los VSLS, y no están controlados por los tratados internacionales.
Seguro que recuerdan alguna película de ciencia-ficción, serie o novela, en la que aparecía esa palabra, que no significa más que una cosa: convertir un planeta muerto en otro vivo parecido a la Tierra. Pues bien, sobre el papel ya es factible.
La biónica y la medicina combinadas empiezan a solucionar problemas irresolubles en el siglo XXI: hacer oír a los sordos, ver a los ciegos, andar a los inválidos y mover corazones con simples piezas de titanio.
Ya decía Hegel en su monumental ‘Filosofía de la Historia’ que las sociedades eran condicionadas por el clima y la geografía, tanto o más que por su propio devenir histórico. La lingüística lo ha demostrado al menos con la evolución de los idiomas.
El Intermediate eXperimental Vehicle (IXV) será lanzado el 11 de febrero desde Kourou en la Guayana Francesa, acoplado a un cohete Vega para averiguar si este émulo del mismo tipo de vehículo norteamericano SpaceX cumple con sus tecnología de reingreso atmosférico.
Seguro que la recuerdan, esa pequeña sonda Philae que marcó otro hito, el de hacer aterrizar a una máquina a 500 millones de km de la Tierra sobre un cometa en movimiento. Ahora empiezan a aparecer nuevos datos que justifican la proeza.
El primer aviso de que está ahí fue el pasado 13 de enero, una gigantesca erupción solar de nuestra estrella vital, que será monitorizada por la Inteligencia Artificial y no perderla de vista nunca.
Otra “pica en Flandes”, mejor dicho, en Plutón: la misión New Horizon de la NASA empezará a analizar Plutón el próximo 15 de enero después de casi una década de viaje.