Podía haber sido peor. Los bomberos de París han logrado salvar las dos torres principales, los accesos, la estructura arquitectónica (el armazón de piedra sigue en pie, pero las vigas interiores, de madera y algunas de hierro, deberán ser revisadas) y buena parte del tesoro artístico, que fue sacado a la carrera cuando los techos ardían. Pudo haber sido devastador si hubieran sido afectadas las torres, en permanente vigilancia a partir de ahora. Llega la hora de revisar qué ha quedado, qué ha sucedido, y lo que puede deparar la reconstrucción, que puede tardar décadas.